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CASSA innova la construcción social en Centroamérica

Desde Guatemala, Manuel Antonio Aguilar desarrolla un emprendimiento que innova al desarrollar viviendas autosustentables de bajo costo.

Vía MIT Technology Review 

En otras ocasiones hemos señalado como la adversidad es el motor de la innovación. Esperemos que eso sea uno de los motores del emprendimiento de la región y que contribuya – como en este caso – a resolver muchos de nuestros problemas sociales, ecológicos, disminuya la exclusión social y, además, permita el crecimiento económico.

Y queda demostrado en áreas económicas tradicionales como la construcción de viviendas que, hoy día, nada es ajeno a la transformación gracias a la tecnología.

“La falta de acceso a una vivienda digna es uno de los principales problemas que tiene la humanidad”, denuncia el joven innovador guatemalteco Manuel Antonio Aguilar.

Y las cifras le apoyan, pues aproximadamente mil millones de personas carecen de una vivienda adecuada en todo el mundo. La mayoría de ellos proceden de países en vías de desarrollo, donde suponen prácticamente la mitad de la población urbana. Esta parte de la ciudadanía habitualmente se hacina en barrios con casas de construcción precaria, o infraviviendas.

Para solucionarlo, este emprendedor social ha fundado CASSA, una empresa enfocada al diseño y construcción de viviendas sociales autosuficientes.

Ecológica y socialmente correcto

Las infraviviendas son “casas hechas de materiales temporales e inseguros, que carecen de servicios básicos como agua potable, saneamiento y energía”, explica el joven innovador. Aguilar añade que esto supone un problema “no solo humanitario sino también ambiental”.

Su construcción genera una tala descontrolada de bosques para obtener materiales de construcción y combustible, y su uso contamina las aguas por vertidos de residuos humanos.

Cassa GuatemalaEl modelo de vivienda diseñado por Aguilar solventaría todos estos problemas, pues provee a sus ocupantes de agua, energía y saneamiento de forma sostenible y prácticamente autónoma.

Para ello, las viviendas construidas por CASSA integran soluciones de distinto nivel tecnológico para garantizar la provisión de todos estos servicios.

Los materiales con los que se construyen son naturales y ecológicos para recudir su huella ecológica. Del suministro de agua se encarga un depósito para capturar agua de lluvia, provisto de un filtro que la potabiliza.

En el apartado de saneamiento, un sistema desarrollado por CASSA, separa las aguas grises, que servirán para regar el huerto familiar, de las aguas negras, que son tratadas en un pozo séptico incorporado en la vivienda.

La cocina está dotada de una estufa, eficiente y libre de humo, que reduce el consumo de leña en un 70% frente a los métodos de cocinado al aire libre actuales. Y, por supuesto, el techo dispone de paneles solares para solventar las necesidades energéticas y reducir la factura en caso de tener conexión a la red eléctrica.

Del cielo a la tierra

En opinión de Aguilar, “hay problemas muy graves que simplemente necesitan que haya gente capaz comprometida a trabajar en solucionarlos”. Por ello este astrofísico formado en la Universidad de Harvard (EEUU) decidió dejar de mirar a las estrellas para dedicar su energía a construir un mundo mejor.

En 2010 cofundó Quetsol junto a Juan Fermín Rodríguez, ganador de los premios MIT Technology Review Innovadores menores de 35 Centroamérica 2014. La empresa, que ahora se llama Kingo Energy, se dedica a instalar paneles solares en viviendas de bajos recursos.

Manuel-Aguilar Cassa MITAunque Aguilar ya no forma parte de ese proyecto, la experiencia adquirida en los años que estuvo vinculado le llevó a la conclusión de que hacía falta una solución “más holística”. Considera que “la energía solar es solo una parte de la solución al problema subyacente, que es la falta de una vivienda adecuada”.

El vicedecano de Investigación, Postgrado y Extensión de la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Tecnológica de Panamá, Carlos Medina, considera que “el proyecto de construcción de viviendas sociales autosuficientes desarrollado por CASSA es de muchísimo valor, impacto y con un alto nivel de innovación”.

Según este miembro del jurado de los premios MIT Technology Review Innovadores menores de 35 Centroamérica 2015, Aguilar “considera ciertos estándares de calidad habitacional que no son comunes en proyectos de casas sociales”. Su proyecto “brinda una solución integral de los servicios básicos de agua y electricidad, con un coste accesible a las personas de bajos recursos”, añade el experto.

Una vivienda de CASSA de 50 metros cuadrados cuesta unos 13.000 dólares (11.500 euros), el mismo precio que una casa de construcción convencional.

De momento la empresa ha construido tres de ellas, a modo de prueba de concepto, y planea iniciar otra docena antes de fin de año. El objetivo es lograr la cooperación con organizaciones involucradas en programas de desarrollo de viviendas sociales a mayor escala, y construir miles de viviendas dignas, autónomas y sostenibles.

Elibeth Eduardo G.

Periodista apasionada por la innovación, la tecnología y la creatividad. Editora de The Standard CIO y Factory Pyme para The HAP GROUP

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