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Persona física o persona moral, ¿cuál elegir al crear tu pyme?

En sus primeros pasos, para emprender un negocio tienes que definir cómo te darás de alta ante la oficina tributaria de tu país. Aquí algunas claves para la persona física o la persona moral en el mercado mexicano.

El dilema shakesperiano, el ser o no ser del negocio. ¿Darte de alta ante la administración tributaria como persona física o como persona moral? Y es que resulta de suma importancia conocer los trámites legales que conllevan ambas opciones.

Una persona física representa a cualquier individuo que tenga actividad económica, ya sea un profesionista, empleado o comerciante; mientras que una persona moral representa una empresa, una sociedad mercantil o una asociación civil; se trata de un grupo de personas que crea una unidad contribuyente.

De acuerdo con Oyster, el neobanco especializado en Pymes en México, aunque no es una decisión fácil, debes considerar que, ya sea persona física o moral, cada uno de estos esquemas satisface diferentes necesidades y tiene varias implicaciones tanto legales como fiscales.

Principales diferencias

  • Bajo la figura de persona física el contribuyente se identifica bajo su nombre propio, tiene estado civil y puede contraer obligaciones a partir de que adquiere la mayoría de edad o cuando comienza a trabajar formalmente.
  • Las personas físicas pueden ser asalariados, por honorarios, arrendatarios de inmuebles; RIF (Régimen de incorporación Fiscal) y con actividades empresariales y profesionales.
  • La persona moral se identifica por una denominación o razón social, que normalmente es el nombre otorgado a una empresa.
  • Las personas físicas pueden tener más de dos nacionalidades, mientras que las personas morales solo pueden tener una (en donde fue registrada).
  • Las personas morales se dividen en dos regímenes fiscales: del régimen general y con fines no lucrativos; las personas físicas se dividen en cuatro: asalariado, profesionista, arrendador o empresario.

 

Para una persona física registrar un negocio es relativamente sencillo, porque únicamente te debes dar de alta ante el SAT; además, puedes emprender en solitario, se requiere pocos trámites e implica menos obligaciones fiscales y administrativas.

Una persona moral debe hacer más cosas:

  • Elegir una razón social
  • Seleccionar la sociedad que más se ajuste a sus necesidades
  • Definir cuántas personas estarán involucradas en el negocio
  • Establecer un tiempo límite de cuánto durará la sociedad
  • Seleccionar el domicilio, ya sea de la oficina o de donde será fundada la persona moral
  • Para que una persona moral sea totalmente legal necesita la redacción de la escritura constitutiva por una notaría, con el objetivo de que todo sea transparente y todos tengan acuerdos que deben respetar.

En el ámbito legal, una persona física no debe hacer trámites adicionales a excepción que se quiera crear una marca comercial (debe registrarse ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI)). Para la creación de una persona moral sí se requiere la redacción de la escritura constitutiva por una notaría.

¿Con melón o con sandía a la hora de emprender?

Para Oyster, el paso más importante es definir cómo crear la empresa: si habrá un único dueño y un solo tomador de decisiones. De ser así, lo más recomendable es que las registres como persona física, toda vez que el trámite es mucho más sencillo.

En determinado momento, y si el negocio cuenta con lo necesario para crecer, no hay obstáculos para que te conviertas en persona moral e inicies como una empresa legalmente constituida.

Si existen más personas, es importante que tengas una razón social y registres la empresa como persona moral para certificar que estás construyendo un negocio.

Vale la pena también plantearte algunas preguntas:

  • ¿Planeas emprender solo y estás dispuesto a adquirir la responsabilidad legal, fiscal al optar por cambiar de modalidad?
  • ¿De dónde vendrá la inversión?
  • ¿Qué infraestructura requiere tu emprendimiento?
  • ¿Cuánto tienes reservado para inversión inicial, además de gastos para actividades empresariales e inversiones?
  • ¿Planeas tener otros negocios o productos no relacionados?
  • ¿Cómo planeas llevar la administración del negocio?

En todo caso y para tomar esta decisión, es importante la asesoría de un notario, quien te informará sobre las ventajas que tiene cada modalidad para tu negocio, las etapas en las que debe determinarse, así como las implicaciones fiscales y legales de cada una.

Adolfo Manaure

Entusiasta seguidor de la tecnología y las innovaciones que cambian el mundo. Director Editorial y COO en The HAP Group.

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