Analizamos las mejores formas para conseguir financiación si eres autónomo o tienes una empresa.
La irrupción de las nuevas tecnologías en el sector financiero ha propiciado que las empresas y los empresarios autónomos dispongan de novedosas fórmulas de financiación, tanto si se trata de negocios en funcionamiento como de proyectos empresariales aún sin desarrollar.
Conque si tu caso es alguno de los mencionados, vamos a analizar para ti las distintas alternativas de que dispones para financiar tu empresa.
El préstamo tradicional y otros productos bancarios
Pedir un préstamo a una entidad bancaria es el camino más fácil y rápido si tu pyme o negocio ya cuenta con una trayectoria sólida demostrable.
De hecho, las estadísticas apuntan a que más del 80 % de las empresas que precisan financiarse lo hacen mediante algún tipo de préstamo o servicio bancario.
Entre los productos bancarios más utilizados por las empresas están:
- Los préstamos tradicionales
- Los créditos comerciales
- Las líneas y las cuentas de crédito
En adición, quienes son sus propios jefes, tanto si tienen trabajadores a su cargo como si no, disponen en los bancos de productos específicamente diseñados para ellos, como puedan ser los préstamos pensados para autónomos.
Bootstrapping
Aunque su nombre hace pensar que se trata de una innovadora fórmula financiera, también es una vía de financiación de lo más clásica: consiste en utilizar los recursos propios de la empresa y de sus accionistas, evitando la dependencia de entidades financieras y de inversores ajenos.
En definitiva, se trata de utilizar todos los beneficios generados por la actividad en financiar el plan de expansión o desarrollo, suspendiendo los dividendos temporalmente.
En muchos casos, como cuando se trata de una pyme con pocos accionistas o de una empresa recién creada, se solicitan aportaciones personales a los socios.
Ayudas y servicios públicos para la financiación de emprendedores y empresas
Las administraciones públicas locales, autonómicas, estatales y europeas no financian directamente la totalidad de ningún proyecto empresarial, pero disponen de diversos mecanismos que facilitan la obtención de la financiación y permiten aumentar la cuantía financiable.
Estas ayudas están disponibles para las empresas de nuevo cuño y para las firmas que precisan expandir sus negocios o ampliar sus instalaciones operativas.
Las ayudas de las administraciones públicas suelen complementarse con servicios gratuitos de orientación y asesoría empresarial, especialmente cuando quien solicita la financiación es una firma o emprendedor que aún no ha iniciado su andadura empresarial.
Entre las herramientas de financiación más utilizadas por los organismos públicos están:
- La subvención económica de una buena parte de la inversión total prevista.
- La obtención de créditos a tipos de interés ventajosos e incluso sin intereses.
- La intermediación con sociedades de garantía recíproca.
- Las ayudas económicas directas.
- El contacto con inversores privados, en el caso de empresas tecnológicas, modelos de negocio disruptivos y startups.
Los organismos públicos también habilitan semilleros o incubadoras de negocios, en los que el emprendedor dispone de locales dotados con todos los servicios a precios muy por debajo de los del mercado e incluso gratuitos, algo que les permite iniciar su andadura con el mínimo riesgo económico.
Aceleradoras de startups
Hablando de incubadoras de negocios, también las podemos encontrar en el sector privado. Concretamente, nos referimos a las denominadas aceleradoras de startups.
Este tipo específico de incubadora de empresas nace del interés del sector financiero privado por la inversión en modelos de negocio tecnológicos y escalables.
Entre los servicios ofrecidos por las aceleradoras de startups están:
- Innovadoras fórmulas de financiación directa o indirecta.
- Asesoramiento especializado por parte de expertos en el desarrollo y la expansión de empresas tecnológicas.
- Servicios de mentoring, de acompañamiento estratégico y de networking.
- La dotación de locales y equipamientos durante la etapa fundacional y la de desarrollo de la startup.
Fondos de capital riesgo
Los fondos de capital riesgo son una de las novedosas formas de financiación que están disponibles para las empresas y los emprendedores, y muy especialmente si el negocio o idea de negocio está relacionada con las nuevas tecnologías.
Estos fondos están abiertos a financiar tanto proyectos como modelos de negocio en funcionamiento. El interés en invertir no es altruista, puesto que lo que estas firmas pretenden es revalorizar su inversión para después traspasar a otra firma o fondo la participación en esas empresas, obteniendo altos beneficios.
Esto supone una doble ventaja para el emprendedor o empresario, puesto que el fondo de inversión pondrá de su parte todo lo que se precise para que el negocio prospere y para que aumenten sus beneficios.
Business angels
Los business angels no son sociedades mercantiles, sino particulares cuya capacidad de inversión personal es elevadísima.
Apuestan por la inversión en todo tipo de proyectos empresariales, aunque, como en el caso de los fondos de inversión, son más proclives a financiar modelos de negocio disruptivos y tecnológicos.
En España, cualquier empresario autónomo o emprendedor puede presentar su idea de negocio o plan de expansión en AEBAN (Asociación Española de Business Angels Networks).
Si el proyecto o la inversión se consideran factibles, en la asociación se encargarán de poner en contacto a los emprendedores y a los business angels interesados en aportar fondos.
Crowdfunding
El micromecenazgo o crowdfunding es otra innovadora fórmula de financiación. Como en el caso anterior, los inversores son personas físicas.
La diferencia es que no se trata de personas con grandes recursos financieros sino de particulares que, bien por interés económico o con propósitos altruistas, deciden aportar pequeñas sumas de dinero para cofinanciar un determinado proyecto empresarial.
Por lo tanto, es preciso atraer a un gran número de inversores para cubrir las necesidades de financiación.
Esto se hace a través de las plataformas tecnológicas de crowdfunding, en las que hay que exponer públicamente todos los detalles del proyecto, detallar cuál es el importe a financiar y especificar los beneficios que pueden obtener los inversores a cambio de sus aportaciones.
Factoring
En este caso, la firma que precisa de financiación otorga a la financiera los derechos de cobro futuro de los contratos de venta y/o de las ventas ya oficializadas por la emisión de facturas.
A cambio, la financiera que adquiere esos derechos de cobranza adelanta los importes correspondientes a los mismos, descontando de ellos un porcentaje predeterminado.
La conclusión final es que, más allá del tradicional préstamo bancario, los emprendedores y las empresas disponen de otras fórmulas viables y seguras para obtener los recursos financieros necesarios para poner en marcha sus proyectos, siempre que estos sean atractivos y viables.
