La tecnología de impresión 3D sigue su consolidación como el estándar de facto para la fabricación de todo tipo de artículos, desde decorativos hasta sanitarios, pasando por prótesis o nuevas construcciones de edificios.
La tecnología de impresión 3D impulsa una verdadera revolución en todos los ámbitos de la producción de bienes, en la salud, la gastronomía, la industria de la construcción, y en el arte. Su aplicación no parece tener límites, desde lo más artesanal, hasta complejas innovaciones como la impresión de órganos para el trasplante en seres humanos.
La innovación supone un cambio de paradigma social. Hoy un artesano puede diseñar su obra en un computador y con una impresora 3D traer al plano material su concepto. Las limitaciones de disponibilidad de materias primas o costosos procesos de producción se reducen al contar o no con un equipo de impresión y el adecuado filamento para impresora 3D.
Y lo más interesante es que la oferta de impresoras 3D y sus insumos, comprar filamento ABS, son cada vez más accesible habilitando el crecimiento de nuevos negocios.
La impresión 3D comenzó a ganar tracción en todo el mundo hace un par de décadas, y en su definición agrupa varias tecnologías de fabricación por adición donde un objeto tridimensional es creado mediante la superposición de capas sucesivas de material.
Las impresoras 3D ofrecen a los desarrolladores de un producto la capacidad para imprimir partes y montajes hechos de diferentes materiales con diferentes propiedades físicas y mecánicas, a menudo con un simple proceso de ensamble. Las tecnologías avanzadas de impresión 3D pueden incluso ofrecer modelos que pueden servir como prototipos de producto.
La impresión 3D se magnifica con la robótica
El principio básico de la impresión 3D se magnifica con la implementación de la robótica. Esto permite que brazos robóticos logren “imprimir” una casa en 72 horas por sólo mencionar un caso que se hecho viral en redes sociales.
Y es que según la firma de investigación de mercados ResearchAndMarkets.com, el mercado de la impresión 3D automatizada se valoró en más de 500 millones de dólares en los Estados Unidos para el cierre de 2020. Estiman que, para finales de 2026, este mercado alcance un crecimiento superior al 37% impulsado por “los proveedores que integran software de simulación con su tecnología de impresión 3D robótica está impulsando el crecimiento del mercado”, destacan.
La incorporación de brazos robóticos con capacidad de desplazamiento en 8 ejes, como los desarrollados por Siemens y Stratasys en un nueva tecnología 3D industrial, ha puesto el paradigma de impresión en la mira de industrias como la automotriz, la aeroespacial, médica y hasta petrolera. La razón estriba en que hace posible el uso de materiales compuestos para fabricar estructuras de materiales fuertes pero livianas. Procesos hasta ahora restringidos por manejos intensivos en mano de obra y limitaciones geométricas que pueden contrarrestarse aprovechando las tecnologías robóticas.
Por otra parte, los analistas esperan que la industria de la construcción sea otro de los mayores beneficiarios de la impresión 3D habilitada por la robótica. Algunas corporaciones de la construcción han iniciado la adopción de brazos robóticos industriales para imprimir en 3D con una variedad de materiales. Por ejemplo, XtreeE, una start-up con sede en Francia equipó un brazo industrial de ABB con extrusión de hormigón que es capaz de crear estructuras geométricas complejas. La empresa ha logrado muchas asociaciones con estudios de arquitectura e ingeniería civil con objetivo explorar el diseño sostenible y construcción.
El camino de las tecnologías de impresión 3D apenas inicia y promete un esplendor muy cercano.
